Jose Jaime Redondo
Estoy en casa de mi tía, con el ventilador puesto y empezando a escribir mí testimonio que me pidió Rosalía que escribiera hace 2 años justos…
*Hola, me llamo José Jaime, soy valdepeñero (Valdepeñas, Ciudad Real), ya tengo 16 años y me gustaría que leyerais esto hasta el final. Todo empezó hace dos años justos, en verano y en la feria…
Julio de 2013: Mis padres, mi hermana y mi abuela decidieron ir a la Frater (ellos van a la playa pero a ayudar a personas discapacitadas), mientras yo decidí quedarme en casa de mis tíos con ellos y mis primos.
Antes de irse mi familia a la Frater tenía mareos cuando me levantaba y sentaba. Yo por lógica, acudí al médico y el sin hacerme pruebas, ni analítica, ni nada dijo que eran pequeños bajones de tensión. Antes de irse mis padres me veían la cara más pálida, amarilla, mientras yo me veía normal…
Mi familia se fue a la Frater y yo me quedé en casa de mis tíos.
Unos días después, me empezaba a costar subir las escaleras de la casa de mi tía y también me bebía mucha agua casi 5 litros diarios. Más tarde empecé a descubrirme hematomas por el cuerpo y yo pensaba que sería de darme golpes al dormir, pero tantos hematomas y no enterarme yo, algo pasaba…
Llegaron mis padres y le conté lo que me pasaba: cansancio, hematomas, mareos,.. Pero claro el médico dijo que eran bajadas de tensión y no nos alarmamos.
Empezó la feria y un día estando con mi familia y unos amigos de la familia empecé a sentirme mal y mi madre me quería llevar al médico y yo le decía que aguantaba y si me sentía peor, iríamos. Pues eso hicimos, estuvimos allí en la feria, me monte en un par de atracciones y después eche a lo de los periquitos jajajaja y me tocó un canario. Después de eso ya me empecé a sentir peor y empecé a marearme, cogimos mis padres y yo y fuimos a urgencias andando (yo recuerdo que andaba como si estuviera borracho).
Allí me sacaron una analítica y lo primero que me preguntaron era si mi cara era así de pálida. Pasaron dos horas y me pidieron sacar otra analítica, esto ya a las 2 de la madrugada del 5. Pasaron otras dos horas (04:00) y llamaron a mis padres, yo mientras hablé con un chico que se había roto la mano en el Barco pirata por ir borracho… Mis padres volvieron y mi madre llorando, le dije a mi madre que por qué lloraba y ella me contestó que porque había que ir a Ciudad Real a hacer más pruebas. Cogimos el coche, fuimos a mi casa, nos cambiamos de ropa y fuimos para Ciudad Real, esa sin darme cuenta sería la última vez que vería mi casa en un tiempo… Llegamos a Ciudad Real sobre las 6 de la madrugada, nos atendieron, me sacaron varias analíticas y me dejaron dormir. Al día siguiente día 5 me dieron habitación y acudieron todos mis familiares de Puertollano y de Valdepeñas. A mí me dijeron que tenía ANEMIA y yo me asusté y lo primero que hice fue llamar a mi amigo Jorge y se lo conté. Él me tranquilizó un poco.
Al día siguiente me trasladaron a Madrid, al Hospital Infantil Universitario Niño Jesús y yo sin saber el por qué. Allí me dieron la habitación 3/4en la que conocí a Sofía un bebé con Leucemia y a sus respectivos padres Andrea y Oscar. Ella (Andrea) me preguntó que qué tenía y yo le dije ANEMIA, luego con eso se dio cuenta que no sabía nada aún.
Al día siguiente día 7 de agosto vino el médico Álvaro Lassaleta el me dijo que tenía Leucemia Linfoblástica Aguda Tipo B, yo me asusté y llame a mi tía Ana y a mi amigo Jorge los primeros, aunque ellos ya lo sabían antes que yo… El médico me explicó cómo sería todo, los tratamientos… Yo no pensaba en que me podía morir, porque si no estaría todo el día amargado. ¿Lo he pasado mal? Sí, claro los tratamientos son fuertes, pero yo lo soy más.
Desde ese día mi vida cambió, porque te das cuenta de muchas cosas: de que a veces le damos mucha importancia a tonterías y no se la damos a lo que de verdad importa, te das cuenta de quiénes son tus amigos y a quienes le importas una mierda… La verdad es que te cambia porque te enseña lo que es la vida en realidad y no la mentira en la que vive mucha gente.
Gracias a La AAA conocí a gente maravillosa, también a los Aladinos (voluntarios de la Fundación Aladina), en el gimnasio del hospital gracias a Julio y Elena, y en las excursiones de Blas Méndez Ponce también. Gente que me llevo en el corazón y seguimos juntándonos de vez en cuando, aunque no sea de Madrid. También no hay que olvidarse de las enfermeras, las auxiliares y las señoras de limpieza que nos quieren mucho y están siempre atentas de nosotros, y también a mis profes Noelia y Lourdes y a los payasos sobre todo a Piruleto, Clorexidina y Chapita que juntos nos hemos reído a más no poder. Pero nunca voy a olvidar a aquellos con los que he pasado momentos inolvidables en la galería de mi hospital, o dando una vuelta por Madrid, y mucho menos a sus padres que los quiero un montón, siempre los tendré en mi corazón.
A día de hoy sigo yendo al hospital, estoy en mantenimiento o remisión, ya debería de haber acabado pero por ingresos de improvisto hasta septiembre no acabaré con los tratamientos.
Espero que os ayude esto a quienes lo estéis leyendo, que no os quedéis en la habitación, que cuando podáis salir de la habitación no dudéis en salir a Aladina o al teatro (en mi hospi hay teatro) o a hablar con las enfermeras que es lo que hacía yo, cuando no podía dormir a las tantas de la madrugada me iba con las enfermeras al control y hablábamos un rato, eso hace que pase el tiempo más rápido y te hace sentir mejor.
Nada muchas gracias por leerlo, espero que os ayude y nunca perdáis la sonrisa, eso nunca.
José Jaime